En la
mitología griega,
Quelona (en
griego Χελώνη
Khelônê, «tortuga») era una
ninfa —probablemente una de las oréades— que fue invitada por
Hermes junto con todos los dioses, hombres y animales a las bodas de
Zeus y
Hera por orden de éste.
Quelona rehusó asistir, quedándose en casa y mostrando así su desprecio hacia la boda. Cuando Hermes advirtió su ausencia descendió del Olimpo, arrojó al agua la casa de
Quelona (situada en la orilla de un río) con la ninfa dentro y la transformó en
tortuga, teniendo desde entonces que cargar con su casa a cuestas.